La arcilla proviene de la descomposición de las rocas madres cristalizadas, como por ejemplo, el granito. Desde el punto de vista químico, las diferentes arcillas están compuestas por silicato de alúmina hidratado, presentado en láminas. Va acompañado de muy variados óxidos minerales, siendo el hierro, el silicio (juega un papel muy importante en los sistemas óseo, nervioso, respiratorio y vascular), el aluminio o el magnesio, los más destacados.
Antiguamente era utilizada por los Griegos, Romanos, Árabes y antiguos pueblos civilizados de Oriente, para tratar diversas enfermedades y restablecer la normal actividad de los órganos vitales.
El barro o arcilla puede proceder de terrenos volcánicos, terrenos cercanos a manantiales de aguas minerales, terrenos profundos o terrenos de grutas,etc.
El barro tiene la propiedad de absorber, debido a sus poros, además de desinfectar, siendo muy útil en heridas y contusiones. Al aplicarlo sobre nuestra piel, penetran en el cuerpo sustancias útiles y se eliminan toxinas y venenos y sustancias perturbadoras que pasan por el barro.
El barro es un estimulante de las funciones de la piel, favoreciendo la fijación y destrucción del ácido úrico a través de ella. También es muy desinflamatorio, actuando sobre los focos infecciosos profundos, eliminando productos de la inflamación como el pus.
ENFERMEDADES EN LAS QUE SE RECOMIENDA LA ARCILLA
Reumatismos, tanto articular como deformantes y crónicos, inflamaciones de la articulaciones, gota, dolores musculares, dolores nerviosos, úlceras, úlceras de estómago, fistulas, abscesos,acné, ácido úrico elevado, supuraciones, heridas con pus, llagas, quemaduras, cistitis, contusiones, golpes, ántrax, bubones, enfermedades hepáticas, peritonitis crónicas, ascitis.
EMPLEO DE LA ARCILLA
Baños de barro, envolturas (vendajes o compresas), fricciones o humectaciones, cataplasmas, enterramiento, ungüentos, crema de belleza, uso interno (arcilla blanca), gargarismos, cepillado de dientes y encías, instilada en fosas nasales, enemas.
PROPIEDADES DE LA ARCILLA
- Frena la proliferación de microbios o bacterias patógenas (cuerpos parasitarios), a la vez que favorece la reconstitución celular sana.
- Absorbe y capta los elementos nocivos para nuestra salud.
- Tiene poder regenerador, absorbe el exceso de radiactividad en caso de exceso, pues como elemento de la naturaleza, tiende siempre al equilibrio.
CATAPLASMA DE ARCILLA
- El metal nunca debe entrar en contacto con la arcilla, pues están cargados positivamente y la arcilla actúa como secuestrador de metales pesados y podría corroerla y estropearla. Usaremos madera, vidrio…
- Evitar aplicar cataplasmas en dos órganos a la vez, pues podríamos hacer trabajar demasiado a nuestro organismo y crear reacciones demasiado fuertes.
- Verter la arcilla machacada en un cuenco de madera o vidrio y cubrirla con agua mineral natural (o infusión de plantas).
- Dejarla reposar sin tocarla, se disgregará sola. La consistencia debe ser lo bastante firme como para que no choree, pero no demasiado espesa.
- Disponer la pasta arcillosa sobre una tela bastante gruesa. Esta debe ser más grande que la cataplasma, que debe cubrir una superficie más extensa que la que se va a tratar.
- Colocar la cataplasma en el lugar deseado y sujetarla con un vendaje no muy ajustado.
- Se puede aplicar durante unos minutos, unas horas, o incluso toda la noche, dependiendo de la dolencia.
Cataplasma fría: debe aplicarse en un lugar febril, congestionado, inflamado o caliente (como el bajo vientre). Normalmente se calienta enseguida al contacto con la piel. Cambiar una vez esté caliente.
Cataplasma tibia: debe aplicarse cuando se tiene como objetivo la revitalización general, o de un órgano en particular, reconstrucción ósea (fractura, descalcificación…) o sobre el hígado, riñones o vejiga, sobre todo en caso de cistitis (evitar las mujeres embarazadas). Evitaremos el contacto de la arcilla con una fuente de calor, pues la desnaturalizaría. Podemos calentarla bajo el sol, cerca de un radiador o al Baño María.
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